Los arándanos secos son un tipo de baya proveniente de arbustos que se ha deshidratado previamente como ocurre con otras frutas secas. Además del arándano común, las variedades más utilizadas son el rojo, el negro y el azul. Veremos qué propiedades tienen, cómo se consumen habitualmente y qué usos se desaconsejan.
Arándanos secos contra arándanos frescos
Es poco habitual comer los arándanos en estado fresco debido a su acidez, de modo que son sometidos a un proceso de deshidratación de forma similar al resto de frutas secas como las ciruelas, las uvas pasa o los orejones. Al hacerlo sucede prácticamente lo mismo que con cualquiera del resto de frutas, es decir, aumenta su poder calórico y algunas de sus propiedades nutricionales disminuyen.
Por ejemplo, la desecación industrial puede reducir las cantidades de vitaminas A y C de forma importante así como la densidad de los nutrientes como consecuencia de la adición de azúcar.
El arándano fresco
De forma natural se dan en España tres especies de arándanos: el común, el negro y el rojo, siendo los dos primeros los más abundantes. El azul se cosecha en zonas frías de Norteamérica, principalmente en los Estados Unidos, gran productor y consumidor de esta baya.
El arándano común tiene taninos y pectina, sustancias que los hacen adecuados para tratar la diarrea, y flavonoides que ayudan a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es astringente y antiséptico pero no se puede consumir de forma abundante porque podría causar intoxicación por hidroquinona.
¿Y qué es la hidroquinona? Una sustancia que sirve, entre otras cosas, para fabricar colorantes y blanquear la piel, tóxica si se ingiere directamente o entra en contacto con piel y ojos en estado puro.
El arándano negro se utiliza en cosmética para productos antienvejecimiento de la piel por los rayos ultravioletas y su ingesta elevada origina mareos y dolor de cabeza.
El arándano rojo, por su parte, es el más utilizado como alimento sobre todo en su forma deshidratada, y suele comerse en dulces como las mermeladas e incluso como base de bebidas alcohólicas como el vodka.
Propiedades del arándano seco rojo
Los arándanos secos tienen beneficios indudables para la salud siempre y cuando su consumo sea moderado. Sirve para ayudar a mitigar la diarrea por su contenido en pectina y su astringencia, y ayuda a mantener en buen estado el aparato urinario ya que evita que ciertas bacterias se adhieran a las células del estómago, la boca y el mismo tracto urinario, reduciendo de este modo infecciones.
Los arándanos secos engordan si se come mucha cantidad porque el añadido de azúcares en su producción es considerable para evitar la gran acidez del fruto fresco. Esto hace que las calorías del arándano seco se disparen en comparación con su estado natural como ocurre con las demás frutas secas, haciéndolo una opción inadecuada para dietas de adelgazamiento.
Es rico en vitaminas B y C, potasio, calcio y ácidos Omega 3 que disminuyen el tiempo de coagulación de la sangre y previenen enfermedades relacionadas con el corazón. No obstante, ya hemos mencionado que al deshidratar el arándano sus cualidades merman.
Información nutricional principal de los arándanos secos
Vamos a comparar la información del arándano seco con respecto al natural común.
Arándanos secos:
- Calorías: 308 por cada 100 gramos.
- Hidratos de carbono: 82 gramos.
- Fibra: 6 gramos.
- Calcio: 10 miligramos.
- Vitamina C: 0,2 miligramos.
Arándanos frescos:
- Calorías: 42.
- Hidratos de carbono: 6,05 gramos.
- Fibra: 4,9 gramos.
- Calcio: 10 miligramos.
- Vitamina C: 22 miligramos.
Como podemos observar hay un aumento enorme de las calorías (relacionado con los hidratos de carbono) en los arándanos secos y una disminución sustancial de vitamina C con respecto al producto fresco. Ya que el consumo de esta baya se hace principalmente desecada deberemos tener cuidado si no queremos aumentar excesivamente el número de calorías de nuestra dieta.
Al igual que cualquier otro fruto deshidratado, los arándanos secos proporcionan un aporte energético rápido y cómodo para deportistas y personas que requieran un aporte calórico extra en sus actividades cotidianas.
Recomendado para campestres de supermercado.
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